PRIMERAS CITAS... MUJERES

   Vamos a dedicar unos cuantos artículos a hablar de las relaciones de pareja

   Lo primero que hemos de tener en cuenta, es que los hombres y las mujeres somos totalmente distintos. Somos diferentes fisicamente y somos diferentes en la manera de pensar.

   Cuando un hombre y una mujer se conocen, lo primero que va a  surgir entre ambos es,  una atracción física. Yo no creo en el flechazo como enamoramiento. Desde mi punto de vista,  es sencillamente lo que acabo de decir, una atracción visual  muy fuerte, no tiene nada que ver con los sentimientos, por lo tanto el flechazo nunca corresponde a un enamoramiento instantaneo, sino que sencillamente. es la vista la que trabaja, independientemente de que pueda también surgir una química entre ambos...nunca amor instantaneo.

   Al hombre siempre le mueve un deseo y un instinto sexual. La mujer es distinta, a la mujer la mayoría de las veces, le  mueve la idea de encontrar esa pareja soñada, o al menos la idea de intentarlo.

   Después del primer encuentro sexual, el hombre ha satisfecho ese deseo, por lo que se retirará. Sin embargo la mujer espera de él muchas otras cosas. Ese es un encuentro sumamente importante, ya que de como se comporte la mujer a partir de ese momento, dependerá el rumbo que tomará  el hombre  y por lo tanto este decidirá si seguir adelante o sencillamente "desaparecer".  También puede pasar lo contrario y ser la mujer la que decide poner fin a la situación.

   Ahora vamos a analizarlo tomando como referencia la conducta de la mujer. En otro artículo lo analizaremos tomando como referencia la conducta del hombre.

   Vamos a suponer que el hombre regresa de nuevo (la mayoría de las veces así será)

   El hombre casi por regla general regresará mas veces, a menos que la mujer pierda sus papeles y empiece a agobiarle.  

   Agobiarle pueden ser muchas cosas, desde llamarle demasiadas veces al móvil, desde enviarle demasiados mensajes de texto,  desde exigirle (habeis leido bien..."exigirle") que quieres verle mas tiempo, etc..

   "Exigirle" no significa lo mismo que "pedirle". Las mujeres tenemos un poco la costumbre de increpar, de reprochar, de hablar con prepotencia... "quiero que vengas temprano" esto es exigir..."me gustaría que vinieses temprano", o también,¿podrías venir mas temprano? esto es pedir, insinuar, lo que nos gustaría...,"quiero que dejes a tus amigos", esto es exigir..."si pudieras pasar menos tiempo con tus amigos y mas tiempo conmigo, me encantaría", esto es insinuar, pedir, decir lo que nos gustaría que hiciese. Las frases parecen las mismas , pero media un abismo entre ellas, igual  que media un abismo entre exigir y pedir.

   Vamos a ver otros conceptos:

   ¿Os imagináis lo desagradable que debe de resultar para un hombre que le estemos llamando varias veces al día?. Seguramente no le dará ni tiempo a echarnos en falta, y posiblemente lleguemos a resultar agobiantes.

   ¿Os imaginais lo que puede resultar para un hombre estar recibiendo continuamente mensajes de texto?, seguramente pasará de contestarlos. Al principio puede que le guste (aunque yo creo que ganaríamos muchos puntos, si no le mandamos ninguno), pero conforme vaya pasando el tiempo le resultará agobiante.

   Después de los primeros encuentros sexuales, debemos dejar que el hombre nos busque, porque seguramente lo hará,  a menos que le hayamos decepcionado en algún campo.

   Debemos dejar que el hombre nos busque, porque ese es su papel. El hombre es conquistardor, es cazador, como todos los machos de la naturaleza, eso es algo instintivo. La mujer es "su presa", como todas las hembras de la naturaleza. No se deberían de cambiar esos papeles, aunque desgraciadamente en los tiempos que corren, la mujer ha pasado, de ser cazada a ser cazadora y ha pasado de ser conquistada a ser conquistadora y creo que en el camino ha perdido lo mucho de maravillosa que tenía como mujer y al mismo tiempo lo mucho de maravillosa que tenía para para el hombre. 

   Este se siente un poco fuera de lugar y al mismo tiempo se siente también desconfiado. El no quiere ser conquistado. Para el hombre el conquistar  a la mujer es fundamental. La valorará  según el esfuerzo que haya desarrollado en la conquista. 

   Es imprescindible que tengamos en cuenta, estas facetas tan distintas entre los dos sexos. No queramos ocupar el puesto que le corresponde al hombre. Seamos femeninas, seamos deliciosas, seamos maravillosas y encantadoras para los hombres. Dejémosle hacer su papel y dejémosle que lo haga como lo ha hecho durante siglos.